FLASHBACK: LOS 5 Grandes metidas de pata

Texto: Wendy García Ortiz
Ilustración: Billy MelgarPublicado el 14 de Noviembre de 2003

De nuevo las monitoras respondemos a las quejas que los hombres de este suplemento hicieron sobre las mujeres en la edición pasada. Es cierto, decimos alguna que otra frase desconcertante, pero ¿qué tal ustedes? Sus frases se convierten en grandes errores. [NOTA]: El orden de los ejemplos no altera la metida de pata.

01. “Te prometo que te ayudo”
A cocinar algo rico, a limpiar la casa (si viven juntos) o a estudiar el curso más difícil y que ellos dominan. Siempre habrá una excusa para obviar la promesa. Que está muy cansado de usar el dedo gordo de la mano (para el control remoto). Que a lo mejor le va a dar gripe. Que no aguanta la goma… ¿Y mientras tanto? ¡Las cosas no se hacen solas! Sólo tengan en cuenta que cuando nos necesitan, llegamos sin preguntar para qué.

02. “Claro, como no soy como aquel…”
Cómo evidencian sus celos e inseguridades cuando ellos solitos se comparan con el antiguo novio, con el mejor amigo o con el extranjero que alguna vez nos cortejó. No nos dan nada de risa ni nos hacen sentir halagadas, aunque se digan en broma, reclamos que ellos dejan caer entre dientes, haciendo la situación bastante incómoda. Frases como: “Mejor voy a ser publicista como los que te gustan” o “Si querés me hago rastas” o “Como no soy francés…” la dejan a una sin saber qué decir. ¡¿Qué no se dan cuenta de que si estamos con ustedes es por algo?!

03. “¡Ay no; qué hueva!”
Todo el impulso de hacer cosas al aire libre por muy emocionantes que parezcan, le provocarán tremenda hueva… Si es cine, prefiere rentar. Si es comida, prefiere pedir. Si es jugar básquet o patinar, prefiere ver las competencias en la tele. Pero eso sí, hay que verlos cuando los llaman sus amigos al celular para hacer una cita a última hora en el bar más lejano de su casa… Salen corriendo, te dejan con los planes frustrados y, además, toda la hueva que traían.

04. “¿A qué hora era pues?”
Típico. La impuntualidad en un hombre es innata y más en el chapín. Y peor si la mujer tiene planeada toda una noche romántica de aniversario. Cuando aparece el susodicho, se acerca a darle el beso que pide clemencia y ¡zas! estuvo bebiendo… he ahí la causa del atraso. Conste que lo que desconcierta es el olvido de las fechas importantes. Por eso aguas con dejarnos plantadas. Es lo más cruel que pueden hacerle a una mujer.

05. “¡Una llantita nueva!”
En el calor de un abrazo, este comentario puede acabar con la pasión del momento. Hacerle un comentario sobre su aumento de peso a una mujer sensible a las calorías, es lo peor. Aunque por fuera podamos sonreír o fingir una carcajada, lo que en realidad sucede es que en nuestras mentes corre un pensamiento: ¿Y vos ya te viste en el espejo? ¡Pero si tenés cuerpo de perro parado en dos patas!