martes, 11 de marzo de 2008

Sobre la J. Low

POR LA DIVA DEL DIVINO DIVÁN

Hola queridos míos. He decidido interrumpir mi agradable retiro aquí en el Mediterráneo para ayudar en esta resurrección del monito.

Los chicos, o patojos como dicen ustedes, de Monitor han cambiado mucho. Por adentro y por afuera. A parte de lo obvio, panzas más pronunciadas y cabellos más escasos, ha habido transformaciones sorprendentes. De primitivos a metrosexuales, de chilangos fofos a chicos Zara, de feministas de kickers y calcetas a chica sexis con tirantes. En fin.

En cuanto a Jessica Masaya, ó J. Low según la bautizó J.P.D., luego de vivir sus últimos años se soltería en libertinaje y escándalo mientras escribía para Monitor, dicen que se reformó. Dejó de lado las malas (y alegres) juntas y abandonó su eterno coqueteo con la muerte. Mi BFF, aunque tenemos pocas cosas en común, cambió su estilo hippie-a-la fuerza por uno urban chic.
Tuvo un hijo lindísimo con una leyenda del rock, y ahora en lugar de verla en el bajo mundo de la noche, se le puede ver a la luz del día en supermercados, consultorios pediátricos y restaurantes dietéticos. Ya no fuma y es muy feliz.

Continúa en Siglo Veintiuno. Luego de que murió Monitor y nació su bebé, fue desterrada por su nuevo estatus. Estuvo dos años reporteando en la cultura, la moda, la belleza y en el mundo de la farándula (persiguió todo un día a Carlos Peña mientras se preguntaba ¿qué le pasa a la juventud actual?). Pasada esa oscura etapa, en donde se deshizo de melindres, ahora es parte del equipo de Edición Dominical junto al Verde y Fidel.

En el ínterin publicó su segundo libro, El club de los aburridos, estuvo de editora de una revista que se publicaba en los Estados Unidos y pasó a formar parte del Consejo Asesor para las letras del MCD.
En la actualidad, suspira cada vez que alguien habla de Monitor y de esa época dorada, de la cual guarda muchos recortes, sobre todo la columna que publicó ahí y que le ayudó a encontrara a su media naranja, y solo puede murmurar ¡Gracias Monitor!

No hay comentarios: