viernes, 12 de septiembre de 2008

Las fiestas patrias ( con estilo )*

Los símbolos patrios fueron inventados para fomentar el amor a nuestra patria, pero después de conocer la historia de Tecún Uman, me quedo con Batman. En serio, hay que pedir que Ricardo Arjona sea nuestro héroe nacional, y reformar al resto de los que ya conocemos.

Comencemos con el Quetzal. Qué es un pajarito bonito, pero no nos hace ver rudos. Aunque sea verde, verde, es muy frágil, frágil. Tanto que si lo agarramos se muere. Deberíamos cambiarlo por el Gallo, porque este aguanta estar en un corralito, generalmente tiene muchas gallinas, si mira a otro molestando se le pone al brinco, y por si fuera poco, nos hace felices en cualquier celebración ( bodas, partidos de fut, bautizos, etc...) ¡Gallo nuestra mascota!

La Ceiba. Es increíble y bonito, pero ocupa mucho espacio; con tanto problema de tierras que existe en Guate no vaya a ser que vayan a talar los pocos que existen. Lo mejor es que nuestro árbol nacional sea el bonsái. Aunque no nos ofrezca tanta sombra debido a su tamaño, nos evitará tantas manifestaciónes de campesinos sobre la Roosvelth y la Reforma.

El éjercito está hablando de tiempos de paz, por lo que es totalmente absurdo que en algunos colegios se les rinda tributo a las bandas de guerra. No tiene sentido gastar tanto dinero en uniformes y redoblantes, ¡no señor! Los desfiles deberían llevar solo a las batonistas acompañadas de bandas nacionales como Malacates, Viernes o Viento, y recorrer las calles y avenidas de la zona viva (y de noche) para evitar el molesto tráfico.

Para evitar la contaminación ( y otra vez el tráfico) deberíamos cambiar la dinámica de las antorchas. En lugar de antorchas, la gente debería llevar glowsticks, y el punto de encuentro debería ser el puerto, o pana y acompañados de gallo nuestra mascota (para realizar una fiesta ¨civica¨).

Y por último, deberíamos dejar descansar en un convento a la monja blanca. Las orquídeas son bonitas pero nadie las quiere en su hogar porque tampoco nos hacen sentir orgullosos; por esas razones, yo propongo como la flor nacional a Florecita Cobian, dulce, tierna y bonita. ¿Quién no quiere llevarla a su casa?

PD: También propongo que el transporte público sea cambiado por las famosas chivas. Y con subsidio del gobierno incorporado. Sólo imaginense llegar a trabajar después de viajar en una de ellas.

*Texto: Stanley Herrarte.